Al comienzo de este curso hemos dicho que transcribir es más una habilidad auditiva que una habilidad de tipeo.

Mucha gente se postula para trabajos de transcripción pensando que es algo muy sencillo de hacer. Tengo oídos para oír y dedos para tipear. Listo. Haré mucho dinero y rápido. ¿No?

Luego toman una prueba de transcripción y son rechazados. ¿Qué es lo que salió mal?

Las investigaciones demuestran que solo recordamos alrededor de un 25-50% de lo que se nos dice. Uno pensaría que con todo lo que oímos uno debería ser mejor en ello, ¿verdad? Escuchar activamente es muy necesario para tener un trabajo y relaciones saludables.

¿Quieres aumentar tu productividad? ¡Tenemos buenas noticias para ti! Ya que escuchar es una habilidad... ¡SE PUEDE ENTRENAR!

Vamos a enseñarte a entrenar a tu cerebro para escuchar activamente, así podrás ser el mejor transcriptor que puedes ser. No hay mayor secreto más que ser diligente y practicar, practicar, practicar.

Primero observemos el cuadro de aquí abajo y veamos algunos datos interesantes sobre la acción de escuchar:

Entonces, ¿qué nos muestra este cuadro?

La capacidad de oír nos ha sido dada, pero escuchar es un acto consciente. Cuando escuchamos estamos pensando.

For ejemplo:

Escenario 1: Puedes oír aves cantar durante la mañana y disfrutar de su sonido sin pensar demasiado en ello. Hacemos esto a diario con relativa facilidad con muchos sonidos que nos rodean.

Escenario 2: Pero cuando un amigo tuyo llegue a ti con un problema y necesita de tu ayuda, tú pondrás especial atención a lo que te está diciendo. Estarás recolectando información, queriendo comprender su situación para poder empatizar con él, aprendiendo detalles para poder ayudarlo.

El escenario 2 va a tomarte mucho más tiempo que el primero. Deberás evitar las distracciones. Deberás oír intencionalmente cada palabra que salga de la boca de tu amigo. Deberás procesar cada palabra y no permitir desviarte del tema que lo preocupa.

Esto también es importante en el mundo de la transcripción.